Bethioua Episodio 3. Snoopy, pandas y demás desvaríos.

Hace unos días, o quizá unas semanas, que a mí el tiempo se me pasa volando, se hablaba en un podcast de Naii sobre las razones por las cuales crear un blog, el contenido que creían que tenía sentido publicar, la calidad de lo que se mostraba y cómo, ... 

Me hizo volver a pensar sobre el blog. Ya lo he contado otras veces. Tardé mucho en atreverme a abrirlo porque pensaba que no podía aportar nada nuevo. Luego me dí cuenta de que lo necesitaba para comunicarme con las otras costureras de la red. El empujó definitivo fue la necesidad de tenerlo para poder ir al Sewing Camp y luego... pues pensaba pasar de él, pero volví con un entusiasmo desmedido. La costura ha formado parte de mi vida de una forma muy distinta desde entonces y aquí sigo. 

La razón por la que continuo es por enseñaros lo que he hecho. Como lo haría si os tuviera cerca. Porque termino de coser algo que me entusiasma, o algo que es un desastre, y en casa solo puedo contárselo a las paredes. Bueno, se lo puedo contar a cualquiera, pero nadie me va a entender. ¿Conocéis esa sensación, verdad?

Pero también es cierto que el blog no lo leo ni yo, que la única manera de que se pase alguien por aquí es enlazar el miércoles con mis queridas Malas Costureras, y que a mí, desde siempre, lo que me va es Instagram.

¿A dónde quiero ir a parar? Pues creo que ni yo misma lo sé, pero lo cierto es que las costuras se me van acumulando porque yo coso por rachas y como tengo que esperar a tener tiempo de hacer la entrada en el blog, y tiene que ser el miércoles, y tiene que ser una, y, y, y, ... Pues al final de lo que me he dado cuenta es de que tengo un montón de cosas que terminé con mucho entusiasmo, que me aguanté las ganas de enseñároslas por Instagram para hacerlo a la vez que en el blog y que ahora ha pasado tanto tiempo que ya ni me apetece. Y eso no me gusta.

Tampoco en las entradas suelo contaros todo lo que me gustaría, todo lo que se me ha ido pasando por la cabeza durante el proceso, porque si no me enrollo y no la termino nunca.

Entonces, ¿qué tenemos? Un blog que no se lee, unas entradas que no cuentan todo lo que quiero y un montón de costuras que me hubiera gustado enseñaros y no lo he hecho. ¿Solución? Pues ni idea, porque cuando pienso en pasar del blog y quedarme solo en Instagram, me da pena. Pero tampoco tengo energía, tiempo ni ganas para dedicarme a esto de manera que pueda conseguir que el resultado sea el que a mi me gustaría.

¿Qué voy a hacer? Pues me gustaría despachar todo lo atrasado y a partir de ahora publicar en Instagram cuando lo termine, que es cuando me hace ilusión de verdad.

Le toca el turno a la tercera Bethioua. Os enseñé las otras aquí y aquí.

Es un claro ejemplo de a lo que me refería. Las cosí las tres a la vez, llevo meses usándola. Recuerdo la ilusión que me hizo porque fue la primera vez que ajusté un patrón hasta dejarlo a mi gusto cosiendo tres versiones para conseguirlo. Pero ahora ya no me acuerdo de los detalles ni me hace ilusión porque estoy harta de verla en el armario.

Tenía un retal pequeño de la tela de Snoopy y otro no mucho mayor de la de los pandas.

No suelo coser en blanco y negro pero las telas me lo pedían a gritos.

Aún así no pude evitar ponerle un pequeño toque de color.

Las mangas ya están ajustadas.

Me pasé metiendo de ancho y luego tuve que añadirle una tira en el lateral para que quedara a mi gusto. Creo que tuve suerte porque así me gusta más. Marca mejor la diferencia entre los dos estampados.

Y fijaros bien, porque es algo que no se repite con mucha frecuencia. ¡Llevo chándal! Hasta rara me veo en las fotos. Jajaja.

Vamos a #MiMi.

Patrón: Bethioua Raglan Shirt

Telas: Pandas de Cal Joan, Snoopy de Tejidos y Retales Antonio Meco, Negra de Con Tela y Punto

Enlazo: #MiMi