Vale, a estas alturas ya sabéis que soy de enamoramiento fácil. Pero también que una vez que un patrón se me mete en la cabeza, no sale hasta que consigo coserlo.
Y esta vez no ha sido uno, si no tres. Aunque hoy solo os hablo de uno de ellos, los
Arenite Pants.
Se me metieron entre ceja y ceja, tenía que coserlos si o si porque me gustaban y ya está. Sin pensar en nada más.
Tan poco pensé que ni siquiera me di cuenta de que era un patrón para tela plana, tan acostumbrada como estoy a que todo lo que coso sea punto (o casi).
Esa ha sido la mayor dificultad del patrón, adentrarse en el misterioso mundo de las telas que no son elásticas y encontrar la adecuada para el pantalón.
No ha sido nada fácil. Además en las instrucciones pedía casi 4 metros de tela, lo que hacía que me echara para atrás a la hora de elegir según que tipos en función del precio.
Al final me fui a
Paredes a ver que encontraba que pudiera servirme para la primera prueba y este es el resultado.
Cuando me los probé antes de ponerle la cinturilla me horrorizaron y casi ni los termino. Si no fuera por mi incapacidad para dejar las cosas a medias, así se hubieran quedado. Pero los terminé. Y los miré de refilón. Y me miraron. Y el amor volvió a surgir y he de confesaros que me encantan. Son supercomodos y me parecen tan originales.
En cuanto los terminé quise hacer otros, pero con una tela con más caída, que era lo que indicaban las instrucciones. Y aquí me crucé con
MJ, que había sufrido el mismo flechazo que yo, y junto con ella me animé a coser la siguiente versión. Pasaros a ver los suyos, son 😍.
De la costura deciros que al final, si la tela tiene 1.50 metros de ancho, con 2 metros te apañas.
Me avisaron de que es un pantalón muy ancho por lo que cogí una talla menos de la recomendada y no me arrepiento.
Le dí 2 cms de más de largo y tampoco le sobran.
Seguí las instrucciones al pie de la letra hasta terminar el bolsillo. Luego ya me descolgué y los terminé como suelo coser yo los pantalones.
¡Ah! Las piezas de la cinturilla y los tobillos son más cortas que las del pantalón montado. Tuve que hacer virguerías con el primer pantalón así que con el segundo directamente las corté más largas.
La tela morada es superfresquita, pero se arruga con mirarla. Los he planchado para la fotos, pero ya os aviso de que no pienso hacerlo nunca más. El pantalón tiene demasiadas piezas para que yo sea capaz de dejarlo planchado en condiciones.
El azul no se arruga para nada, pero a los tres días ya tenía pelotillas.
Y hasta aquí llegué. Más que suficiente para una entrada. Se nota que esta costura la tengo más reciente y que estoy disfrutando de contaros todos los detalles.
No puedo evitar desear otra versión, esta vez sin goma en los tobillos, para ponérmelos con botas, y otros para el invierno, y ... Compulsiva hasta la médula🙈. Mejor lo dejo y me voy a
#MiMi a leeros.
